martes, 21 de septiembre de 2010

El Teatro Talía estrenó tres monólogos con actuaciones destacables

Marcelino Bolia, Roberto Altieri y Guillermo Traverso hacen tres monólogos bajo la consigna de “vivir y dejar vivir”. Las funciones continúan el próximo sábado y domingo en la sala de calle 20, entre 29 y 31.

Tal como se anticipó en la edición anterior de este Semanario, en la noche del sábado 18 se llevó adelante el estreno del espectáculo teatral “Hay que Vivir y Dejar Vivir” que produce el grupo Teatro Talía. Los tres monólogos que realizan Marcelino Bolia, Guillermo Traverso y Roberto Altieri, bajo la dirección de este último, se destacan por el nivel de actuación y por la diferencia entre los tres tipos de hombres que representa cada uno de los personajes.

El hilo conductor es la temática que Carlos Pais, el autor de uno de los monólogos, propone en el texto que da nombre al espectáculo: “Vivir y dejar vivir”. Un hombre fóbico que armó su propio bunker en el sótano de su casa, un sexagenario que se escapa con una joven de 17 años o un linyera perseguido por la policía que queda solo y extraña a su mejor amigo, son los personajes que piden la aceptación de su modo de transitar por este mundo; con características propias, con sus miedos, con sus virtudes o con sus sentimientos particulares.

Así son los personajes que interpretan los tres actores mercedinos en el escenario del teatro pronto a cumplir 49 años en la cultura local. El primer monólogo lo hace Marcelino Bolia, Pancho, un hombre que se oculta de la gente y que dejó de circular por las calles de Buenos Aires para encerrarse en su sótano, en espacio que le permite aislarse del verdulero, de los aviones, de las bombas y de su mujer, la voz que le pide que “viva y deje vivir”. Un personaje muy bien logrado que expresa los sentimientos reales de las personas con ataques de pánico y fobias diferentes, pero que también critica momentos de la historia argentina de los últimos treinta y cinco años.

El segundo lo lleva adelante el director de la puesta en escena, Roberto Altieri. Su personaje es un sexagenario que deja a su mujer después de 25 años de casado por una jovencita de 17 años, “la muchacha de la casa” que lo sedujo sin pensarlo y con la cual viaja a Mar del Plata al mismo hotel al que fue durante años con su mujer. Es de destacar la interpretación que hace el actor y director, que, con pocos recursos, traslada al público al baño de una estación de servicio para que Monterito, un bancario, muestre algo de culpa por lo que hizo, pero reclame que lo “dejen vivir” como él eligió.

Por último, Guillermo Traverso es un linyera, algo inculto, tierno y muy gracioso, cuya filosofía de vida es “Vivir y Dejar Vivir” con todas las letras. En un bar cuenta las peripecias que vive con la policía, las historias de sus amigos, los trabajos de la prostituta de la casilla de al lado y su historia personal, en especial cómo llegó a llamarse Sisto Benjamín Cotolengo y cómo su mejor amigo, “el Lungo” lo deja solo, abajo del puente de la autopista.

Las funciones continuarán el próximo fin de semana. El sábado a las 21.30 horas, y el domingo, a las 20. Las entradas se venden desde una hora antes de las funciones en el mismo teatro (Calle 20 Nº 740, entre 29 y 31). Tienen un valor se 30 pesos para el público general y 25 pesos para jubilados y estudiantes con credencial o libreta.

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