El libro tiene ocho cuentos, de los
cuales tres están situados en la ciudad. José Antonio Parisi se inspiró en la
gente, las costumbres y vivencias.
Las visitas a un amigo que tenía una
quinta en Mercedes, hicieron que José Antonio Parisi se encantara con la ciudad
y con el campo, y decidiese alternar su estadía entre la ciudad de Buenos Aires
y la nuestra desde hace quince años. Su trabajo le permitió comenzar a escribir
y una de sus fuentes de inspiración, precisamente fue este contexto, sus
costumbres, sus vivencias, ideas que le sirvieron para publicar su primer libro
como cuentista.
“El testigo bueno”, tal es el título de
la obra literaria, reúne ocho historias que fueron presentadas el viernes
pasado en la sala Roberto J. Payró del Complejo Ameghino – Marín. En una
entrevista abierta a los presentes, la socióloga Silvia Alejandra Turchetto
indagó en cada uno de los ocho textos y leyó fragmentos de los mismos con el
fin de que el lector se entusiasme con sus palabras. Por su parte, Parisi
sintetizaba cómo había armado cada una de las historias. Así fue que los
presentes supieron con mayor certeza cuáles eran los tres cuentos situados en
Mercedes y cuáles eran las historias narradas. Algunas, haciendo referencia
directa a la ciudad y a Mercedes como escenario de los hechos, como “Monte de
Duraznos” o “El Dueño de la Ventanilla”, y otras destacando sus costumbres,
como lo es el consumo de salame quintero, como se describe en “Hasta el último
día”.
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