viernes, 15 de junio de 2012

Desopilante comedia subió a escena en el Teatro Argentino


(Por Susana Spano) De la mano de Sergio Blanco el Grupo “Ser o no Ser” puso en escena la comedia de Alejandro Brossard: “La Creación”  (“El Origen” en su versión original)
La anécdota cuenta la historia de una empresa celestial, dedicada a construir mundos pero esta vez bajo la atrapante idea de crear un nuevo planeta, por medio de ángeles encargados de diversas tareas, bajo la tutela de Dios que es secundado por un peculiar arcángel.
El planteo no debe engañar al espectador que, ingenuo, puede esperar delicados angelitos blancos y alados.  La puesta, en cambio, sorprende  por la plástica de los movimientos, una vestimenta que evoca la Comedia del Arte y, por momentos, fluctúa entre la farsa y la estilización.

Dios, es un verdadero empresario, que no titubea en mentir a su imaginario cliente, dándole el producto que éste espera, con algunas “variantes” que aparecen, según la marcha de los acontecimientos.
Numerosos equívocos se suceden en este episodio que, a modo de Creación, debe desarrollarse en siete días y pasa por innumerables peripecias hasta desembocar en un final que, aunque risueño, advierte sobre la condición humana y su naturaleza.
Brossard desarrolla un tema bíblico en paso de comedia y logra que este cielo moderno se vea como una empresa, con todos sus estamentos y complejidades, donde el ingenio y la artimaña, suplen a la verdad.
La puesta que eligió Sergio Blanco no fue convencional.: trabajó en varios planos al unísono, logó que once personas se desplazaran armónicamente sobre la escena, buscando el lucimiento grupal e individual de cada actor, merced a la ingeniosa escenografía que propuso Elena Biagini.
En cuanto al elenco, Marcelino Bolia interpretó a un Dios más ejecutivo que divino, pícaro y dúctil, conocedor de su tarea y sabio a la hora de tomar decisiones.
Ricardo Boffi, fue un arcángel más parecido a un arlequín del teatro veneciano que a un ser celestial. En una interpretación excelente, donde lo gestual fue acompañado por los tonos adecuados, compuso un personaje sin fisuras, exhibiendo el talento al que nos tiene acostumbrados.
Mary Bell, fue “Planeamiento”, un convincente ángel escriba, encargado de registrar cada acto de esta empresa celestial.
Muy buena la actuación de Susana Ferrero, “Diseño”, que mostró un excelente trabajo corporal.
Adriana Asenzo encarnó con mucha soltura  a “Comunicación” el ángel tartamudo.
Cecilia Martínez brindó una brillante composición de “Biología” el ángel encargado de hacer brotar los vegetales.
Fernanda Marquez, hizo gala de su dominio escénico personificando a “Química”.
Paula Duro y Marina Walsh, compusieron con soltura a “Geología e “Ingeniería”.
Liliana Casalla mostró su encanto personificando a “Virtud” y Elian Vergara mostró un gran histrionismo en la composición del “Auxiliar de Biología”.
La iluminación robótica, la música y los efectos especiales cumplieron un papel central en la puesta pues le otorgaron el clima especial y sugerente que ésta requiere.
Un párrafo aparte merecen: Manuela Aparicio y Judith Olzarri por el diseño y realización del vestuario y María Soledad López por el maquillaje que hizo de cada personaje una verdadera creación.
Sergio Blanco ha presentado un espectáculo ambicioso en el que se advierte la mano de un gran director y el compromiso de un elenco que lo secundó, equilibrado, dando muestra de un gran talento.
En suma, un espectáculo deslumbrante que usted no se puede perder.

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