(Por
Susana Spano) De la mano de Sergio Blanco el Grupo “Ser o no Ser” puso en
escena la comedia de Alejandro Brossard: “La Creación” (“El Origen” en su versión original)
La
anécdota cuenta la historia de una empresa celestial, dedicada a construir
mundos pero esta vez bajo la atrapante idea de crear un nuevo planeta, por
medio de ángeles encargados de diversas tareas, bajo la tutela de Dios que es
secundado por un peculiar arcángel.
El
planteo no debe engañar al espectador que, ingenuo, puede esperar delicados
angelitos blancos y alados. La puesta,
en cambio, sorprende por la plástica de
los movimientos, una vestimenta que evoca la Comedia del Arte y, por momentos,
fluctúa entre la farsa y la estilización.
Dios,
es un verdadero empresario, que no titubea en mentir a su imaginario cliente,
dándole el producto que éste espera, con algunas “variantes” que aparecen,
según la marcha de los acontecimientos.
Numerosos
equívocos se suceden en este episodio que, a modo de Creación, debe
desarrollarse en siete días y pasa por innumerables peripecias hasta desembocar
en un final que, aunque risueño, advierte sobre la condición humana y su
naturaleza.
Brossard
desarrolla un tema bíblico en paso de comedia y logra que este cielo moderno se
vea como una empresa, con todos sus estamentos y complejidades, donde el
ingenio y la artimaña, suplen a la verdad.
La
puesta que eligió Sergio Blanco no fue convencional.: trabajó en varios planos
al unísono, logó que once personas se desplazaran armónicamente sobre la
escena, buscando el lucimiento grupal e individual de cada actor, merced a la
ingeniosa escenografía que propuso Elena Biagini.
En
cuanto al elenco, Marcelino Bolia interpretó a un Dios más ejecutivo que
divino, pícaro y dúctil, conocedor de su tarea y sabio a la hora de tomar
decisiones.
Ricardo
Boffi, fue un arcángel más parecido a un arlequín del teatro veneciano que a un
ser celestial. En una interpretación excelente, donde lo gestual fue acompañado
por los tonos adecuados, compuso un personaje sin fisuras, exhibiendo el
talento al que nos tiene acostumbrados.
Mary
Bell, fue “Planeamiento”, un convincente ángel escriba, encargado de registrar
cada acto de esta empresa celestial.
Muy
buena la actuación de Susana Ferrero, “Diseño”, que mostró un excelente trabajo
corporal.
Adriana
Asenzo encarnó con mucha soltura a
“Comunicación” el ángel tartamudo.
Cecilia
Martínez brindó una brillante composición de “Biología” el ángel encargado de
hacer brotar los vegetales.
Fernanda
Marquez, hizo gala de su dominio escénico personificando a “Química”.
Paula
Duro y Marina Walsh, compusieron con soltura a “Geología e “Ingeniería”.
Liliana
Casalla mostró su encanto personificando a “Virtud” y Elian Vergara mostró un
gran histrionismo en la composición del “Auxiliar de Biología”.
La
iluminación robótica, la música y los efectos especiales cumplieron un papel
central en la puesta pues le otorgaron el clima especial y sugerente que ésta
requiere.
Un
párrafo aparte merecen: Manuela Aparicio y Judith Olzarri por el diseño y
realización del vestuario y María Soledad López por el maquillaje que hizo de
cada personaje una verdadera creación.
Sergio
Blanco ha presentado un espectáculo ambicioso en el que se advierte la mano de
un gran director y el compromiso de un elenco que lo secundó, equilibrado,
dando muestra de un gran talento.
En
suma, un espectáculo deslumbrante que usted no se puede perder.
No hay comentarios:
Publicar un comentario