La exposición se
inauguró el sábado con una performance que simuló un casamiento. Los cuadros se
pueden ver en el Club del Progreso.
Un casamiento en la Basílica Catedral es un hecho que frecuentemente
puede verse. Pero un casamiento, en el que la novia llegue en moto, el novio en
bicicleta con algunos minutos de atraso y que el “obispo” sea DJ’s sólo puede
imaginarlo el artista plástico Jorge Blanco. Así abrió la muestra “Pequeñas
Delicias del Ser” el sábado a la noche.
Mezclándose entre otras actividades artísticas, los novios se
encontraron con el sacerdote en el escenario instalado en la plaza San Martín,
bailaron el vals con sus parientes y amigos y después se trasladaron, entre los
autos, con los padrinos hasta el lugar de la fiesta en el Club del Progreso. En
ese ámbito, las pinturas de Blanco esperaban colgadas en las paredes como
retratos de distintos fragmento de la vida. A modo de síntesis, se llevó
adelante la fiesta con baile carioca incluido y con la participación del público que también se sumó a la propuesta de
performance.
“La serie de cuadros se titula ‘Pequeñas Delicias del Ser’ que hace
alarde de la relación entre géneros. Quise mostrar las nuevas relaciones y es
una forma nueva de querer imponer yo mi estilo. Hacer una manifestación a
través de los cuadros de lo que uno puede llegar a ver en la ciudad. Es una
nueva era mía también en mi trabajo. Con la performance quise poner en
evidencia los encuentros y desencuentros de una pareja que se casa, así como la
carga emocional que a veces se transforma en engaño y pelea”, explicó Blanco
que aclaró que los cuadros estarán expuestos en el Club del Progreso de manera
permanente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario